La climatización invisible, que consiste en sistemas radiantes por pared, suelo o techo que distribuyen la energía de manera uniforme asegurando una temperatura confortable sin movimientos de aire, con sistemas que se combinan con cualquier fuente de energía.
Una de las ventajas de la climatización invisible es que no tendrás rejillas de ventilación ni máquinas que quedan ocultas en falsos techos en zonas de poco tránsito como el baño.
De la climatización invisible se puede decir que no afecta al nivel estético de la casa.
Favorece el camino para lograr el consumo de energía casi nulo de los edificios frente a otro tipo de sistemas de climatización, al ser soluciones que se combinan con fuentes de energía renovable, y requerir un menor consumo energético.
Además, se simplifica la instalación al ser la misma, tanto para calefacción como para refrigeración. De cara al usuario, al confort se une un ahorro en la factura energética, «estimándose una reducción de costes del 64%, aproximadamente»
Al trabajar con agua a alta temperatura en calefacción (40ºC) y a baja en refrigeración (15ºC) mejora también el rendimiento del sistema generador de energía (caldera de condensación, caldera de baja temperatura, bomba de calor, refrigeradoras, etc.) frente a los sistemas tradicionales (+80º)», señalan los expertos.
Ambiente saludable, no provoca corrientes de aire, así se reduce la proliferación de ácaros y polvo. Es una buena idea para cuidar la salud, especialmente de los alérgicos.
Además, es totalmente silencioso, otra característica que ayuda al bienestar y a crear una atmósfera agradable en el lugar de vida.